En la época estival se habla mucho de la precaución que debemos tener a la hora de exponernos a la luz solar para evitar quemaduras, melanomas y envejecimiento prematuro de la piel. Pero también es importante hacer referencia a las posibles reacciones de fotosensibilidad inducidas por algunos fármacos. De hecho, éstas representan cerca del 10% de las reacciones adversas a medicamentos registradas en los servicios de Farmacovigilancia.
Las reacciones de fotosensibilidad son respuestas cutáneas anormales producidas por la interacción entre un agente químico fotosensibilizante y la radiación ultravioleta (UV), ya sea natural o artificial. Estos agentes químicos pueden ser: fármacos, excipientes, cosméticos, complementos alimenticios, etc. administrados por vía sistémica (oral, parenteral) o tópica. Nos centraremos en el caso de los medicamentos.
Se debe diferenciar entre medicamento fotosensible y fotosensibilizante:
– Medicamento fotosensible, como su propio nombre indica, es aquel sensible a la luz. Debe conservarse aislado de la radiación solar y de cualquier fuente lumínica ya que podrían alterar sus propiedades físico-químicas y farmacológicas, dando lugar a una pérdida de eficacia.
– Medicamento fotosensibilizante es aquel que reacciona con la luz solar pudiendo causar alteraciones cutáneas. Este es el caso que nos ocupa.
Las reacciones de fotosensibilidad inducidas por fármacos pueden ser de dos tipos: fototóxicas y fotoalérgicas.
– La reacciones fototóxicas son las más frecuentes, se producen por la interacción de los rayos UV con una sustancia medicamentosa administrada por vía sistémica principalmente, o por vía tópica. Suelen ocurrir de forma inmediata en los primeros 30 minutos de exposición solar y se presentan como lesiones con apariencia de quemadura, con sensación de ardor, urticaria y formación de vesículas. Algunas veces se pueden originar formas más complejas y aparecer manchas, erupción liquenoide, fotooncolisis, etc. La repuesta depende de la dosis, la absorción, el metabolismo, el grado de pigmentación de la piel del paciente y la propia variabilidad genética.
– Las reacciones fotoalérgicas representan una minoría (aproximadamente el 5% de las reacciones fotosensibilizantes) y normalmente son producidas por fármacos tópicos. Son reacciones de tipo inmunológico, por lo que debe haber una exposición previa al agente químico. Digamos que el fármaco actúa como un antígeno que al ponerse en contacto con la luz UV provoca una reacción de hipersensibilidad. Se manifiestan de forma similar a las dermatitis de contacto, con erupción eccematosa, edema y prurito intenso. Los síntomas suelen aparecer entre 12 a 72 horas tras la exposición solar, localizándose inicialmente en la superficie expuesta al sol, aunque puede extenderse a otras zonas de la piel.
¿Cuáles son los principales medicamentos fotosensibilizantes?
Existen muchos fármacos de uso común que pueden provocar este tipo de reacciones, la mayoría de ellos pertenecen a los siguientes grupos terapéuticos: antiacnéicos, antibióticos, antidepresivos, AINES, antihistamínicos, anticonceptivos orales, antihipertensivos, ansiolíticos, antipsicóticos, corticoides, diuréticos, hipolipemiantes, hipoglucemiantes, etc.
Actualmente, en el cartonaje de estos medicamentos aparece el símbolo indicativo de fármaco fotosensibilizante:
Medidas: Ante un episodio de fotosensibilidad por fármacos, se debe identificar el medicamento causal, suspender su administración y tratar los síntomas agudos. Si no es posible su retirada por la situación clínica del paciente, se debe evitar la exposición a la luz solar y fuentes artificiales de luz UV, o bien aplicar cremas foto-protectoras con filtros físicos (óxido de zinc, óxido de titanio, etc.). La prevención de estas reacciones se debe centrar en informar al paciente sobre la fototoxicidad de los fármacos prescritos y las medidas de protección a adoptar.
En cuanto a las acciones del Departamento de Farmacovigilancia ante una reacción de fotosensibilidad, es fundamental recoger detalladamente la información sobre la secuencia temporal entre la administración del fármaco y la exposición a la luz solar, así como especificar en qué momento aparecen las lesiones, de que tipo son y su localización. Toda esta información, bien registrada y gestionada, será posteriormente evaluada en los informes de detección de señales.
¡El Departamento de Farmacovigilancia de Azierta os desea un verano feliz y seguro!